PRÁCTICAS, PERCEPCIONES Y CREENCIAS DE GÉNERO EN LA ACTIVIDAD PESQUERA

Abstract

El presente estudio muestra la reconstrucción de roles de género en la actividad de pesca, las diferentes creencias que persisten en torno a ésta y las preocupaciones latentes que tienen las familias pesqueras en relación a la disminución de los peces. Se considera que la actividad de pesca no sólo es un trabajo de mujeres ni de varones, se caracteriza por ser un trabajo familiar donde interaccionan varios sujetos, desde esposos, niños, niñas y personas de la tercera edad, cuando así se lo requiera. En la comunidad de estudio, claramente se observa que las familias pesqueras utilizan una cantidad importante de redes, lo cual implica la necesaria participación de toda la familia, ya que sus miembros hacen posible concretar los objetivos propuestos. Esta participación se entiende porque los pesqueros no tienen posibilidades de contratar otras personas para colocar redes en el Lago, porque se generarían gastos adicionales que no son convenientes para la familia. Por esto muchas familias pesqueras han optado principalmente por trabajar en pareja ésta es la forma más práctica y permanente de organización familiar y por requerir la participación de los hijos. Con la participación de ambos géneros (hombre/mujer) en esta actividad, se lucha conjuntamente para alcanzar resultados. La mujer se especializa en la actividad y maneja con eficiencia los materiales de pesca. Por otro lado, el varón tiene ciertos espacios de dominio absoluto, reconocidos como legítimos, porque muestra la capacidad de manejar, reconstruir y reinventar nuevas formas y estrategias de pesca para acumular mayor cantidad de peces. También es necesario advertir que la actividad pesquera hoy en día está sufriendo una serie de cambios: como la disminución de peces en el Lago y la contaminación del medio acuático, los cuales serán tratados con mayor detalle más adelante. Ante esta situación, muchas familias han optado por reconstruir nuevas formas y estrategias de pesca; así por ejemplo la pesca diaria que se realiza para abastecer la demanda del mercado. A pesar de las diversas actividades que desarrollan las mujeres durante la pesca, su principal desafío es el mercado, ya que se encarga de acomodar la pesca y de negociar el precio en medio de lógicas mercantiles al mismo tiempo comunitario, donde es muy importante mantener redes de confianza-ser amables, ser cumplidas-con las intermediarias o caseras. Generalmente los tratos que se realizan con las intermediarias de la ciudad son los que mayor responsabilidad exigen, ya que si no se cumple con la cantidad de peces demandados se corre el riesgo de perder casera. Pero la que más llama la atención es la pesca nocturna, inclusive algunas familias se quedan en el Lago durante semanas y desde allá entregan su producto de pesca a los intermediarios de la región La mujer cumple un triple rol en la familia, como esposa que realiza la pesca junto a su marido, como madre de familia encargada de preparar distintos platos con el pescado y como generadora de recursos económicos a través de la venta de pescado. Mientras la actividad del esposo se ha reducido en esta coyuntura social, su tarea se circunscribe en incursionar en el Lago durante la semana, recoger las redes, apoyar en las actividades en casa y se dedica en la vida sindical.